martes, 8 de abril de 2008


Comenzando el mes de abril, busque entre mi colección algo que no hubiera probado en algún tiempo, y me topé con una pequeña gema que satisfizo enormemente mis papilas gustativas: un Perdomo Reserva Maduro en tamaño Petit corona, o sea 4.75 x 44. De entrada, la textura de esta agradable mini bomba revelaba interesantes aspectos sobre su construcción. La oscura hoja de la capa, perfectamente lisa, en color chocolate obscuro, manifestaba un aroma adecuado al color, revelando además algunas notas de café tostado en la nariz. Cortó fácilmente, y su encendido fue más que satisfactorio. De tiro fácil, se disfrutó dejando entrever aromas combinados frutales y de hierbas - especialmente nuez moscada, pero con un definitivo matiz a café tostado.
La historia de la fábrica Perdomo comienza en la década de los años 30s en Cuba, con el patriarca Silvio Perdomo, quien desde muy joven inició trabajando en diferentes fábricas de la isla, especialmente la famosísima fábrica Partagas.
Después de los acontecimientos de 1959, la familia se abrió paso hacia los Estados Unidos y posteriormente Nicaragua desde donde su nieto, Nicolás, conocido por todos como Nicky Perdomo, es quien continúa la tradición de excelencia de la familia.
Este Reserva Maduro representa un auténtico "puro nicaragüense" dado que desde la combinación de tabacos de la tripa, hasta la banda, además de la capa son producidos en la nación centroamericana. El precio aproximado al menudeo de este puro ronda los cinco dólares, y es perfectamente adecuado para disfrutarse entre 35 y 45 minutos.
A pesar de las muchas críticas vertidas hacia la fábrica Perdomo por parte de quienes se dicen conocedores del mundo fabuloso de los puros, su oferta de cigarros es interesante y merece disfrutarse.