jueves, 27 de noviembre de 2008

Ashton Aged Maduro 50 - ¡Un dulce y oscuro monstruo!



Desde Tlalnepantla, Edomex, y a punto de terminar el año laboral - mi giro tiene una vigencia de aproximadamente 11 meses, de mediados de enero a mediados de diciembre - y estuve analizando algunos de los mejores puros que he fumado en el año, y llegué a recordar el gigantesco Ashton Aged Maduro No. 50, una bestia de casi 7 pulgadas por 54 de anilla. Como podrán ver en la foto, en comparación con la moneda, es un enorme Doble Corona fabricado por la Casa Arturo Fuente para la familia Levin, de la prestigiada tienda Holt's de Filadelfia.
¡Un monstruo de cigarro! Impresiona por su tamaño, pero más por su suavidad y ricura.
El que me fumé lo tenía desde hacía 4 años cuando en mi foro de aficionados gané una quiniela del torneo Masters de golf. De hecho me llegaron 2 de estos gigantes, pero uno desapareció casi al llegar. Lo que sí me di cuenta fue que este con reposo tuvo mejor combustió que el original de 2004, principalmente que no hubo enrollamiento de la hoja de la capa.
Hablando ahora del sabor... sobresaliente, dulce, sí, pero muy refinado y lleno de sutilezas. Fue uno de esos cigarros en los que se podía palpar lo que a veces se escribe en los medios especializados "indicios de vainilla y crema con canela". En este caso, sí se pudieron destacar los sabores reales debajo del poderoso, pero refinado sabor a tabaco. Su combustión fue buena; en ningún momento se calentó, y fue una delicia fumarlo. Por supuesto, entre más años mejor, pero por lo que me han escrito alguno de los amigos de www.cigarfamily.com, aún frescos saliendo de la caja son un manjar hecho humo.
Pronto voy a estar escribiendo con más frecuencia al bajar la intensidad del trabajo. Por lo pronto, ¡fúmense uno bueno!

domingo, 2 de noviembre de 2008

Una semana de locura, y de remate... un buen puro


Antes de contarles del puro que se reseñará hoy, debo confesarles que no sé ni porque estoy escribiendo. La semana que recién termina, la última de octubre, fue una auténtica prueba de resistencia física y estomacal. Empezó muy temprano el lunes para salir a las 6 y media de la mañana hacia el DF para interpretar una reunión de una importante constructora con un funcionario de primer nivel del Banco de México. Al terminar, a medio día, lánzate a Toluca para pernoctar allá y también traducir un anuncio de fusión de dos empresas multinacionales. Debía regresar a MTY -- lo cual hice -- esa tarde para tener algunos días arreglando pendientes normales de oficina, a no ser que me llaman para atender otros eventos en Hermosillo el miércoles, y en DF el jueves y viernes. Ya sabrán... regreso a MTY nomás a cambiar de "chones" y a la madrugada siguiente, sale loco traductor para Hermosillo. Trabajo esa noche en un evento comercial y la máñana del jueves, pa'l DF se ha dicho.
Lo realmente bueno de esto fue que al terminar cada evento, pude escaparme tantito para disfrutar de la sensación de un buen puro. Y de eso voy a hablar este domingo.
Afuera del hotel en Hermosillo, a las 10 y media de la noche, saqué un querido Avo Signature en vitola Robusto, de 5x50.
La característica que más se aprecia de buenas a primeras en todos los puros de esta marca es su impecable y refinada construcción. La hoja de la capa es tersa, suave al tacto y de una tonalidad hermosa. La línea Avo lleva el nombre de Avo Uvezian, pianista y compositor -- y por supuesto entusiasta de los puros. El hombre pisa ya los 80 y pico de años, y sigue tan activo como siempre. Aunque sus puros principalmente son de cuerpo suave, son de un sabor pocas veces igualado fuera de Cuba; cabe mencionar que son maquilados por la casa Davidoff en República Dominicana.
Otra de las constantes de esta marca es el volumen tan denso de humo que produce al disfrutarlo. Y aunque no soy del todo aficionado ahora a los puros suaves, el sabor de la casa Avo es lo que me sigue atrayendo cuando se busca dar un respiro al paladar.
Sobra decir que estéticamente se trata de una belleza. La línea Signature (insignia, en español) es la que el mismo compositor y pianista desarolló en compañía del maestro mezclador Hendrik Keldner, siendo la segunda más fuerte de la casa, sólo detrás de la afamada Avo Domaine.
Si lo llegaran a encontrar, deben probarlo. Pareciera ser monotono, porque su sabor no cambia durante el desarrollo, pero -- reitero -- ¡qué sabor! Todo el puro pueden apreciarse notas de cremosa suavidad, algo de ahumado y un dejo de canela que lo hace digno de disfrutarse en compañía de una buena taza de café capuccino.
Aí' se las dejo. Salgo de nuevo al DF en unas horas...