Ya estoy de vuelta: Gran Habano 3 Siglos - ¡Uffff!

Algunos de los buenos compañeros de mi nuevo sitio favorito de Internet, www.foropuros.com, insisten en que vuelva a reseñar algunos de mis puros favoritos de los últimos tiempos en el blog, por lo cual empezaré esta mañana de miércoles con el singular Gran Habano 3 Siglos, producido por la casa Guillermo Rico. Lo primero que llama la atención es la hermosa presentación de la caja, decorada en negro con detalles en terciopelo. Se trata de un robusto largo (o corona corta) de 5.5 x 44 de cepa, arropado por una suculenta capa en Corojo que envuelve una mezcla de tabaco de varias nacionalidades. Muy sedoso al tacto, sin demasiadas irregularidades en la superficie y denotando una impecable construcción.
Otro detalle que vale la pena comentar es que sus tres variedades de tabacos: capa, capota y tripa son de hoja de ligero... la más potente en la planta, así que ya se imaginarán lo que me esperaba. Por cierto, la tripa es tri-nacional: conteniendo tabacos de Nicaragua - algo normal, y lo sorprendente es que contiene también tripa de Costa Rica y Colombia.
Leyendo reseñas en el foro http://www.cigarfamily.com, los amigos allá no le daban mucho crédito a este puro, pero siendo nuevo, había que comprobar.
Al cortar reveló buen acomodo de las hojas de la tripa. El tiro previo al encendido fue de bueno a excelente, muy terso al tacto, sensación de estar bien construido y torcido. El aroma antes de encender denotaba tierra fertil. Al encender pudo quemar bien el pie, y al probar su primera bocanada, ¡Santo Dios de los Cielos! Todo lo que decían de su potencia resultó cierto. Desde la primera fumada dejó saber de su fuerza, pero aún conservando un sabor pleno, nunca perdiéndose en la mezcla de sabores de los tabacos.
Era muy evidente su sabor a pimienta negra, con detalles de cuero bien curtido y dejos de madera de cedro en el paladar después de soltar el humo. Fue realmente una delicia, pero advierto que no es apto para estomagos vacíos.
Su tiro era inmejorable, produciendo copioso humo espeso y denso en medio de una fuerza que jamás se disipó. A manera de nota al pie, tuve que salir de casa una hora para dar un aventón a mi padre a su casa; regresé, reencendí el puro siguiendo los protocolos y volvió a las suyas justo donde lo había dejado, igual de sabroso y potente como desde el primer tiro. Hay gustos para cada quien, un servidor ya dejó atrás los días de los Macanudo y otros puros suavecitos -- que de vez en cuando sirven para dejar descansar el paladar -- este Gran Habano de Don Guillermo Rico es ideal para noches largas y tranquilas con una buena libación. Si pudiera describirlo en una palabra: ¡Chido!