miércoles, 22 de octubre de 2008

Party Shorts... pequeño con poder!


Muchos de los grandes aficionados al puro consideran una aberración fumarse un Habano con menos de 5 años de añejamiento. ¡Así tendrán de dinero! Aunque un servidor empieza a adentrarse en ese mundo de los coleccionistas, no tengo la paciencia ni disciplina para esperar tanto antes de abrir las cajas.

Como les dije en la anterior intervención, a principios de mes me llegaron dos cajas de cubanos, una de ellas, Partagas Shorts, o Party Shorts, es la que me ocupa esta noche de primer juego de la Serie Mundial 2008.

Se trata de un interesante cigarro, corto, delgado, pero pleno de sabor y potencia. Apenas rebasando las 4 pulgadas de largo, por 42 de cepo, bien construido, de impecable capa en tono café ligero. Desde que abrí la caja se pudieron percibir las notas de pimienta negra y nuez moscada, aunado al marcado aroma a cedro proveniente de la delgada lámina que protege el mazo de cigarros elegantemente envuelto en lazo de seda amarilla, típica de la presentación en gabinete de 50 unidades.

Y si eso fue antes de cortar y encender, ya supondrán una vez que se procedió a meterle calor al proceso. ¡Una potente delicia! Una rica y floja noche de domingo, mi concuño y un servidor encendimos sendos puros acompañados de una humeante taza de café cargado. Lo bueno es que fue una delicia como pocas; la mala es que el concuño no es tan diestro en los puros, así que ¡se dio una mareada de aquellas! Mi cuñada dijo el lunes siguiente que se fueron de casa porque le había bajado la presión, pero de inmediato supe qué había pasado: el aparentemente inofensivo Party Short había hecho de las suyas.

Vuelvo al habano: un deleite a los sentidos, hasta el oído por las exclamaciones de júbilo que proferí en cada fumada. Los sabores iniciales fueron de hierba fresca, que dieron paso luego a un cierto indicio de frutos secos, predominando arándanos secos. Hacia la mitad de este corto cigarro se aparecieron sabores propios de su potencia: más pimienta y cuero. Fue difícil desprenderme del Short, pero se me estaban quemando los dedos.

No quiero pensar qué puede pasar cuando se dejan descansar por unos 5 años. Espero en Dios contarles la experiencia... Saludos

viernes, 17 de octubre de 2008

La experiencia TOTAL de fumar un Habano


En esta ocasión, no voy a reseñarles la cata de algún puro en particular, sino que más bien voy a entrar en detalles de diferentes aspectos que se deben tomar en cuenta a la hora de disfrutar un buen tabaco.

Vamos a empezar hablando del momento correcto. El puro cubano hecho a mano de tripa larga representa el producto total del trayecto de una semilla de tabaco profundamente plantada en el rico suelo cubano, cosechado a mano, secado de manera natural y lentamente en una atmósfera pletórica de humedad para luego ser ensamblado con destreza por parte de hombres y mujeres llenos de arte al 100%. Cada cigarro es una obra maestra única que lleva en sí las tradiciones y experiencias acumuladas en más de cinco siglos de historia. Fumar estos cigarros es un privilegio, puesto que tú serás quien dé el último paso de este memorable trayecto. Trata a tu cigarro con el respeto que se merece. Fuma solamente cuando estés listo y te sientas confortable.

Un consejo: los puros cubanos tienen una tendencia de ser más fuertes y decididamente más complejos que los puros producidos en cualquier otra parte del mundo. Cuando comiences a fumar habanos originarios de Cuba, ¡jamás lo hagas con el estómago vacío! Sé lo que te estoy diciendo.

Hablemos ahora de los primeros gestos al efectuar el deleite de fumarse un puro. Tómate el tiempo para descubrir tu cigarro; recuerda que es el resultado de años de mano de obra experta. Tócalo; levántalo, siente el peso, pínchalo para revisar su construcción. Observa; coloración de la capa, capa aceitosa o no, manchas de sol, venas protuberantes. Huele; dale una profunda olfateada a tu cigarro, el aroma del tabaco es cálido y reconfortante. Cada cigarro que fumes tendrá un carácter y aspecto propios; no existen dos puros iguales.

Otro consejo: para ayudarte a formar y almacenar tus archivos de observaciones personales, gustos y disgustos, anota tus comentarios en un diario de puros, o simplemente en una hoja de cálculo Excel.

Revisemos ahora el corte. Esta es una de las partes más delicadas al fumar un puro y en la cual se debe tener mucho cuidado efectuando cortes. Si cortas demasiado bajo provoca que el cigarro se desenrolle; un corte demasiado arriba de causa un tiro malo y difícil. Un habano debe cortarse justo arriba de la línea del remate, apenas antes de que el extremo curvo del cigarro comience a enderezarse. El propósito es crear un corte limpio que asegure una apertura suficiente para fumar, pero sin dañar la estructura de la capota que envuelve la tripa de tabacos.

Consejo para el corte: para cigarros de forma piramidal, torpedo o perfectos, utiliza un cortador de hoja sencilla o doble. Para las demás formas prueba cortando con el perforador o con la navaja en "V"; estos cortadores mantienen los amargos alquitranes en el extremo profundo del corte, lejos de tu lengua. Supongo que casi todos hemos saboreado la amargura de los alquitranes acumulados donde los labios besan el tabaco; ¡guácala!

Pasemos ahora al momento de la verdad, el encendido. El ritual de encender tu cigarro involucra dos principios muy importantes uno, el instrumento utilizado y dos, el disfrute que experimentas a partir del primer tiro de tu habano. Es preferible utilizar un encendedor de butano (el trabajo se facilita mucho si utilizas un encendedor de soplete), cerillos de madera o delgadas tiras de cedro previamente encendido. Jamás utilices un encendedor de petróleo diáfano (vulgo Zippo), una vela o cerillos de cera, puesto que todos estos imparten olores que el cigarro absorbe muy rápidamente. El segundo principio es recordar que tu cigarro debe ser encendido con paciencia y de una manera controlada y uniforme. Asegura que el extremo de tu cigarro esté completamente encendido (un círculo completo y rojo cuando tires de él). Pocas cosas arruinan más el disfrute de un habano que un puro mal encendido.

Un importante consejo al encender: trata de no tirar demasiado rápido ni demasiado vigorosamente cuando enciendas tu puro. No sólo estarás sobrecalentando tu cigarro, sino que tú mismo podrías estarte oxigenando de más - provocando un casi seguro mareo. Y vaya que éste no es un buen principio para lo que se supone es un momento de relax total fumando lo que debiera ser un puro para recordar.

Gozar un puro cubano es una experiencia que debe ser apreciada por medio de todos tus sentidos. Es una experiencia holística, total. Toma tu tiempo y llega a conocer a tu acompañante de los próximos minutos, recuerda que vas a pasar un momento de relajación con ese puro. Recuerda también que tu cigarro estará evolucionando y desarrollándose a lo largo del tiempo que lo fumas. Desafía a tu paladar para intentar identificar y distinguir entre los diferentes sabores y aromas. Esta es la esencia del trayecto que representa hurgar en la rica cultura de un cigarro cubano.

Consejo: otra de las ventajas de anotar tus preferencias en cuanto al sabor, aromas y potencia es que podrás encontrar el estilo de cigarro que mejor se adapte a tu paladar, para cualquier ocasión. El objetivo de cualquier aficionado al puro es encontrar EL cigarro. Lo he dicho muchas veces en mis anteriores reseñas, el amor por los puros es un tema demasiado subjetivo. Hay quienes, teniendo todo el oro del mundo, están infinitamente más satisfechos con un puro dominicano de tres dólares, que con un Cohiba Sublime Edición Limitada de $50 o más.

Todo lo que bien empieza, bien acaba. Un habano no es ningún cigarrillo. A llegar el final de tu deleite, deja que tu cigarro se extinga naturalmente. No hay ninguna necesidad de triturar a tu último acompañante hasta su muerte. Después de todo, espero que ustedes dos hayan recién disfrutado de unos buenos minutos juntos.

Último Consejo: entre más cigarros habanos pruebes, más experimentado se volverá tu paladar. Entre más experto tengas el paladar, mucho más placer podrás sacarle a tu cigarro cubano. Por lo cual la moraleja es: ¡a fumar se ha dicho!

Pronto regreso con más reseñas. Me acaban de llegar dos cajas de cubanos: Partagas Short Panatelas, “Party Shorts”, y un interesante Saint Luis Rey Serie A. Una vez que reposen el sueño de los justos en la caja humidificadora, les cuento qué tal.

martes, 14 de octubre de 2008

Zino Platinum Scepter - Chubby... interesante chaparrito


Para los dos lectores de mi blog (otro aparte de mí, por supuesto) debo confesarles que he andado un poco de capa caída en las semanas recientes debido a los nubarrones de tormenta que se ciernen sobre la economía mundial; ¡Qué zarandeada se están llevando los mercados después de los años de codicia sin freno! Bien merecida que nos la tenemos.
Pero, volviendo a lo que nos toca, en esta mañana serena de martes de octubre, con las series de campeonato de las Mayores en plena ebullición, voy a describirles las sensaciones producidas a partir de un singular puro dominicano, el Zino Platinum Scepter, en su tamaño Chubby. Dentro del vitolario cubano tradicional, a éste se le conocería como un doble perfecto, debido a su remate en punta en los dos extremos. Una especie de ovoide elongado que despertó mi interés desde que lo vi anunciado en 2003, aunque su precio no me terminaba de convencer, casi 20 dólares la unidad, y esto tratándose de un puro realmente pequeño en tamaño -- apenas 4.5 pulgadas por 54 de cepo en su porción más abultada. Pero, en fin, lo compré para las bodas de oro de mis amados padres, en diciembre de 2004, aunque lamentablemente no se pudieron disfrutar entonces dado que Mamá decidió no acompañarnos al partir hacia la vida eterna un mes antes del festejo.
Lo bueno es que ella está en la presencia de Su Creador, y el propósito inicial para disfrutar del puro se quedó en suspenso por un tiempo, siendo hasta un año después, cuando el que esto escribe llegó a los 50 y decidí abrir el paquete y rostizar uno de los Chubby.
Debo decir que el aspecto de este chaparrito es en verdad una delicia; su capa sedosa de la variedad Connecticut es casi perfecta por cuanto no tiene visibles ninguna protuberancia de las venas. Su aroma previo al encendido es a piel finamente curtida. ¡En verdad es una belleza!
Antes de aplicarle la flama se destacaron sabores en los labios reminiscentes a anis, granos de pimienta negra y nuevamente piel. Al encender, dejó entrever aromas un poco frutales, a manera de los potpourri ue utilizan las esposas para fragantar las habitaciones, pero sin el marcado énfasis aromático. Era como un hálito lejano. Incluso, la segunda vez que encendí una de estas bellezas, estaba sentado en la legendaria tienda "Casa Fuente" en el Caesar's Palace de Las Vegas, cuando Gina, una de las despampanantes bellezas que sirven los coctéles allí, me dijo que para ella ése era un puro más bien suave. ¡Órale! Se supone que lo anuncian como de cuerpo medio a completo. Pero, hay que reconocer que estas chicas de Casa Fuente viven rodeadas de cigarros poderosos.
Esos 35 minutos fumándolo fueron de dicha suprema. ¡Qué clase de cigarro! Lo recomiendo ampliamente; produjo una copiosa cantidad de humo blanco, aromático. Su ceniza fue sólida, cayendo hasta la pulgada. Con éste sí me quemo casi los dedos al querer sacarle hasta el último pedazo de hoja antes de dejarlo extinguirse.
Lo pueden encontrar en los tradicionales sitios de internet de los EEUU, así como en la bien surtida Casa Petrides, de McAllen.
Para ser una opción no-cubana, éste Chubby no le pide nada a nadie. Mi deseo sincero es que esta crisis sea una fuente de oportunidades para todos. Saludos...