lunes, 22 de diciembre de 2008

King B de Arturo Fuente, bueno, pero algo le falta

Hola a todos los que siguen el blog. Como el año se acaba y pronto los compromisos propios de las fechas no van a dejar ni tiempo de escribir, les reseño uno de los últimos que he fumado, el controvertido "King B", de la casa dominicana de Arturo Fuente. Esta tabacalera, sita en la ciudad de Santiago, es dirigida por el equipo de padre e hijo de Don Carlos y Carlos "Carlito" Fuente, quienes son hijo y nieto respectivamente del legendario Arturo Fuente, quien emigró de Cuba a los EEUU a comienzos del siglo 20.
Es un puro de construcción superior, surgido a partir de las colecciones privadas de los dueños, con una mezcla desconocida de tabacos de su propia vega, la aclamada Chateau de la Fuente, envuelta en una capa colorado maduro procedente de las plantaciones ecuatorianas de la familia Oliva. Es un puro hermoso, de 6 pulgadas por 54 de anilla, que se suponía iba a ser el cañonazo de la casa Fuente hacia 2005, cuando salió al mercado.
Fue presentado con fanfarria y mucho alboroto, dado su enfoque elitista, pero desafortunadamente no ha cundido aún en el gusto de los conocedores -- de los cuales no me considero ni cercano a serlo.

(fotografía cortesía de Andrew Welch, "Moki", usada con permiso del sitio www.vitolas.net)
Lo primero que llamó la atención fue su tiro demasiado apretado; a veces sentía que necesitaba de una aspiradora para sacarle algo de humo al cigarro, incluso necesité perforarlo en más de una ocasión con un palillo de dientes para tratar de abrirlo. Fue una de las últimas noches agradables de diciembre del 2008. Además, tuvo problemas de combustión, corriéndose de un lado, aunque debo aclarar que se corrigieron dándole su tiempo.
Posee ricos sabores de cacao y café entero tostado, pero los problemas de tiro le restaron al deleite de los sentidos. Y aunque el momento era idealmente tranquilo, el puro nomás no cumplió con lo que prometía. Ni modo, a veces así pasa. Quizás dejándole otros dos años de reposo pueda abrirse a la gama de experiencias que buscaban los Fuente.
Cuenta la leyenda que en el barrio Ybor de Tampa, Flórida, donde emigraron muchos cubanos en los albores del siglo 20, había un barecito de mala muerte donde se reunían los torcedores de puros al final de su jornada laboral a descansar y tomar unos tragos antes de volver a casa. El nombre de ese bar era "King B", y de allí la idea de recrear en este puro aquellas tardes de amistad y buenos momentos.
Démosle a éste puro la oportunidad de redimirse. Lo volvemos a reseñar en 2011.
A quienes lean esto, les deseo una hermosa Navidad, donde el centro debe ser Jesús, quien vino a tender un puente entre el Creador y el mundo pecador para pagar por nuestros pecados y alcanzar la vida eterna.
Y que 2009 sea colmado de bendiciones de toda clase para todos. Así sea...

domingo, 14 de diciembre de 2008

Desde Canadá... mi orate amigo Wayne


Aunque esta no va a ser una reseña de puros propiamente, sé que les va causar demasiada risa ver la foto que acompaña al texto. Hacia finales de noviembre trabajamos por última este año mi querido amigo Wayne Ruddock y su servidor, despidiéndonos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Como este año Wayne se portó espléndido conmigo regalándome un par de excelentes botellas de malta escocesa, incluso una añejada 21 años, lo menos que podía hacer era devolverle el favor con algunos de los puros de la colección, entre los cuales estaba un suculento Partagas Serie D No. 4, el famoso PSD4.
Entrando en detalles, Wayne apenas tiene un año fumando puros; a fuerza de juntarse conmigo y con el afán de tener compañía en las largas semanas de trabajo fuera de casa que compartimos, inicio su aventura con los puros en Villahermosa, en noviembre de 2007. El único problema es que siempre ha comprado puros más bien tirando a "chafas", y de menos de 50 dólares la caja. Pero este noviembre me prometió que cambiaría, así que le regalé un buen surtido de Habanos con la fuerza característica de la isla de Cuba: Punch, Hoyo de Monterrey, Montecristo, un par de Cohiba y tres PSD4. Esperaba que un día me escribiera para quejarse, pero no... dice que el PSD4 le encantó, lo cual me da gusto. Pronto le extenderé su certificado de graduación hacia las ligas mayores de los Habanos.
Los dejo, pero no se pierdan esta foto, tomada el domingo 14 de diciembre, en el patio de su casa en Kamloops, Columbia Británica, unas 4 horas al oriente de Vancouver. No se espanten... es un ser humano!!!

viernes, 12 de diciembre de 2008

A mis 3,247 lectores: ¿Pá cuándo?

A ver, a ver... ¿qué no quedamos en vernos para echar humo? Es diciembre de 2008, el año está acabando y los días se agotan para juntarnos a conocernos en el changarro de Bárcena para cotorrear y fumarnos algunas horas en hermosa armonía y con buenas libaciones... ¿tons' qué?

sábado, 6 de diciembre de 2008

Don Remo No.5, un Mexicano con interesantes recuerdos



Justo esta semana se cumple un año de que visité la fábrica de puros "Don Remo", cuyas oficinas están en Villahermosa, Tabasco, con centro de manufactura en Nacajuca, en las afueras de la capital tabasqueña.
Les comento un poco de historia. Durante uno de tantos viajes de trabajo como traductor-intérprete, estuvimos mi amigo y compañero aficionado Wayne Ruddock y un servidor atendiendo una serie de cursos de termografía infrarroja en diferentes ciudades petroleras de la República Mexicana, incluyendo por supuesto Villahermosa, recién devastada por las terribles inundaciones de noviembre de 2007. Íbamos a estar dos semanas en Tabasco y una más en Coatzacoalcos, y precisamente en el fin de semana de intermediación entre las dos ciudades, teníamos la intención de visitar San Andrés Tuxtla, en Veracruz. Al rentar nuestro coche en Villahermosa, nos dimos cuenta que allí mismo había una renombrada fábrica de puros, Don Remo, así que me dí a la tarea de localizar los medios para visitarla.
Se dieron una serie de afortunadas coincidencias hasta dar con el Ing. Alfonso Loaiza, gerente y propietario de la fábrica. Nos vimos en un sitio céntrico de Villahermosa para de allí emprender los 25 minutos hasta la fábrica. Confieso que iba como niño a la juguetería - me invadía una emoción que no entendía, pero que esperaba con ansia.

Una vez que llegamos a la fábrica, Alfonso nos atendió de manera más que amable, explicándonos todos los detalles de la selección y curado de los tabacos, además del proceso de fabricación. El extasis llegó cuando nos dirigimos a la bodega de producto terminado. Nos vimos rodeados de algunos 6-7 mil puros de todos tamaños y tipos. Aunque es una fábrica más bien pequeña, tiene amplia penetración en el sureste mexicano. Los invito a consultar su página, "www.cigarsdonremo.com", desde donde se pueden hacer pedidos. Sus precios son bastante accesibles, al igual que su calidad.
Compramos varias cajas de las diferentes vitolas, además Alfonso nos recibió con un puro de capa maduro con algunos 8 años de edad para fumar mientras hacíamos el pequeño tour. Por si fuera poco, aparte de las cajas que compramos, salimos de la fábrica un par de horas después con unos 15-18 puros adicionales obsequiados amablemente por el buen Poncho.
En algunas de las fotos se aprecia a Wayne, Alfonso y un servidor. También nos acompañó el Ing. Edgar Olguín, de Pemex.
Ahora bien, pasemos a la reseña del Puro Don Remo No. 5, de la línea regular de la casa. Se trata de un Petit Corona de 5 x 40, con capa más bien rugosa en tonalidad café claro que despedía un interesante aroma a pasto recién cortado al sacarlo de su envoltura de celofán. Confieso que el año de reposo en humidor le sentó muy bien a la caja de Don Remo, porque cuando prendí el primero, allá mismo en la piscina del Camino Real de Villahermosa, no era nada del otro mundo. La caja con 20 nos costó poco menos de 200 pesos, una real ganga para un puro de uso diario.
Definitvamente no es un puro para las grandes ocasiones, pero no obstante se trata de un puro que por su precio es ideal para salidas a pescar, cazar, etc.
Cortó fácilmente y al encenderlo mantuvo la tendencia de aroma a pasto, adicionado con algunos detalles de cedro y café tostado. Una característica interesante fue su copiosa cantidad de humo para una vitola tan pequeña. Durante 45 minutos no necesitó ningún retoque ni reencenderse. Su ceniza, de un gris verdoso, cayó hasta pasados los dos centímetros. Fue acompañado con un vaso de agua para no enmascarar los sabores del puro. Sí... efectivamente, se trata de un puro con sabor un tanto rústico, pero hay otros que son tres veces más malos a pesar de costar tres veces más. Son buenos, no llegan a niveles extraordinarios, pero se aprecia el amor de la familia Loaiza por la hoja de tabaco.
Fue una experiencia agradable; un puro que representa el esfuerzo de mexicanos buscando crear un producto competitivo. Los invito a leer la historia de la empresa en la página de Don Remo. Y si hacen pedidos, díganle a Poncho que lo vieron en el blog del loco aficionado de Monterrey.
Nos seguimos fumando...

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Noche de extremos: ¡de lo sublime a lo prosaíco!


Las frescas noches de diciembre son especialmente deliciosas para salirse al patio y con humeante taza de café (descafeínado, plis) disponerse a encender un no menos rico puro y dejar que los problemas se vayan cual humo ensortijándose a los cuatro vientos.
Sucedieron dos cosas esa noche, una buena y una mala. Empecemos con la buena. Revisando qué cigarro sacar del gabinete, recordé que tenía la foto de uno que aún no estaba reseñado: el Fuente Don Carlos No. 4, un Petit Corona de poco más de 5 pulgadas por 42 de anilla. Como todas las vitolas de la marca Arturo Fuente, tenía una construcción impecable, su capa de tonalidad colorado proveniente de Camerún y antojable desde el aspecto visual. Y si eso fue en lo visual, ¡en lo gustativo fue todavía más allá!
Al tacto, tenía suavidad y sutileza en su capa, sedosa y exudando los aceites esenciales que vienen con la edad. No estoy seguro de cuántos años lleva este Don Carlos en su dormitorio, pero sí son más de 3, suficiente tiempo para que se dé el maridaje de los sabores de las distintas hojas que lo conforman.
Una vez encendido, nuevamente deja ver todo lo que comprende la legendaria casa Arturo Fuente, de la República Dominicana: delicioso sabor a lo mejor del tabaco. Los sentidos se agasajan con matices de maderas tropicales, algo de nueces y un distante dejo de zarzamoras, ¡se los juro... así lo sentí!
El problema con este tamaño de puro es que apenas te estás enamorando y sanseacabó. Eso fue lo bueno de la noche; viene lo malo...
Como aún me quedaba algo de café en el termo, y recordando los insultos de ChefCarlitos, un amigo del alma del sitio www.cigarfamily.com, cuando reseñé este puro meses atrás, me fuí por un Rocky Patel Vintage 1990, también en formato Petit Corona. Como ya estuvo reseñado, ahí lo consultan. Lo prosaíco es fumarse un Fuente Don Carlos y seguirlo con un Patel... ¡es una ofensa!
Después de casi tocar el cielo con un Fuente, el siguiente puro fue un total y absoluto retroceso. Es análogo a admirar un Picasso y voltear después a un dibujo de jardín de niños. ¡Error!
Si se van a fumar varios puros en una misma noche, la recomendación es -- al estilo de las grandes piezas sinfónicas -- empezar con suavidad y desarrollar la velada "increscendo" hasta alcanzar el climax. Este Don Carlos debió ser secundado por al menos un Cohiba, por no decir un poderoso PSD4. Ni modo, mi error.
Saludos y seguimos echando humo...

lunes, 1 de diciembre de 2008

RASS – Ramón Allones Specially Selected… ideal para iniciar Diciembre


Justo al iniciar el último mes del año, es momento de comenzar a recordar las muchas cosas realizadas durante 2008, incluyendo aquello que solemos no tener en la memoria. Recién terminaron los norteamericanos su festividad del Día de Gracias, que en mi particular punto de vista, es una celebración muy válida para hacer un balance del año, antes de entrar en la recta final y ponerse a planear qué queremos hacer para el año que se acerca. Pero eso es preferencia personal. Con decirles, amigos y amigas lectoras, mis hijas – ambas vegetarianas – se dispusieron a preparar un menú de “Thanksgiving” totalmente vegetariano, y no sólo eso, sino que fue “vegan”, o séase que sin ningún producto animal: ni leche, huevo, queso ni nada de nada… ¡puras hierbas! Confieso que no estuvo del todo mal, pero que no lo sepan porque sigo siendo fiel aficionado a mi delicioso New York strip steak.
Para esta ocasión voy a describirles uno de los primeros puros Habanos que compré, el legendario Ramón Allones Specially Selected, uno de los robustos más populares de todo el mundo, conocido entre los cuates del www.cigarfamily.com como el RASS.
Como buen robusto, tiene la medidas reglamentarias del vitolero cubano, de 5 pulgadas por 49 de anilla. Su capa es oscura y plena de sabor y combustión. En sus inicios fue fabricado en la casa Cifuentes, dueños entonces también de la marca Partagás, donde también se tuercen los PSD4.
Su historia data de 1837, y entre sus curiosidades destaca que fue el primero en vestir decorosamente las cajas de sus puros para distinguirlos de entre los demás.
Al probarlo, destaca de inmediato su sabor fuerte – aún antes de encender. Apenas tocan los labios esta maravilla y se aprecian los matices de tabaco bien añejado y mejor curado. Al cortar, se vislumbran los diferentes tabacos de la combinación, perfectamente acomodados en abanico como dictan los cánones de la excelsa manera de hacer los puros en Cuba de mis amores.
Antes de describirles los sabores, debo confesar que en este caso, el momento fue lo que definitivamente realzó el goce de este RASS. Saqué la laptop al patio, metí un DVD que me regaló mi gran amigo y también aficionado Wayne Ruddock, de Canadá, y me transporté a La Habana. La película era la aclamada “Buena Vista Social Club”, una suerte de documental sobre los grandes músicos cubanos encabezados por Compay Segundo y Omara Portuondo. Ya se imaginarán… sólo faltó que sacara el ron que tengo por allí, pero no se me apetecía.
Escuchando al lado de mi esposa los hermosos sones de la cauda de estrellas de la música de todos los tiempos, el disfrute del RASS fue más allá de lo normal.
Como dije, al cortar se sintieron aromas de tabaco en su mejor momento. Pude apreciar sensaciones de pasto cortado y algo de dulzura, pero que no se reflejó posteriormente al encenderlo. Una vez pasado por el fuego, y tras esperar algunos segundos para disipar la posible contaminación del butano, fue un agasajo. Sí, se trata de un robusto algo costoso – aproximadamente 15 dólares, pero que bien vale la pena en la compra por caja para guardarla por varios años, dado que este Habano alcanza su punto a los 5-6 años de fabricado.
Insisto, estuvo pleno de sabores, destacando el anís y algo de té aromático. A la mitad, dejó ver todo el poderío que lo tiene caracterizado como uno de los puros de más fuerte sabor surgido de Cuba. Sin perder nada de su esencia aromática, el RASS fue derivando en un marcado sabor a cedro y café cremoso, sin perder poderío.
Para terminar, gracias a Sergio Irma, residente de Aguascaliente, quien estuvo de visita en Monterrey y no pudimos conectarnos para echar humo por estar un servidor en DF. Para todos los demás lectores, esta es la semana indicada para vernos – posiblemente jueves o viernes – y disfrutar de una buena sesión de aromático humo.
Casi siempre que enciendo un RASS resulta en una experiencia inolvidable; ésta, no fue la excepción. Saludos a todos…