viernes, 13 de febrero de 2009

Probé 2 formatos de Joya de Nicaragua Antaño 1970



Bueno... finalmente se está calmando el proyecto de traducción que tengo enfrente, aunque no lo he cobrado, pero al menos tomó otro ritmo, uno que me permite escribirle a mis 2.5 lectores (uno es chaparrito, saben).

Aunque he fumado casi de todo en estas noches deliciosas de Monterrey en dónde a pesar de estar pisando mediados de febrero nunca vimos llegar el invierno, dos vitolas llamaron poderosamente mi atención, de la misma casa, aunque en diferente tamaño: Joya de Nicaragua Antaño 1970, en formato lancero, de 7 x 38, y el Gran Consul, un gordo torpedo de 4.75 x 60.

Lo primero que asaltó los sentidos fue el aspecto visual, capa oscura, casi negro noche. Una particularidad de la marca es que todos los tabacos que intervienen en su fabricación son de la nación centroamericana.

Bien hechos de pies a cabeza, lo destacado es la potencia del puro. Desde el primer encendido y bien entrado al remate se siente poderío y sabor, quizás en desequilibrio porque el poder del cigarro ensombrece un tanto al sabor, no obstante se trata de un puro que acompaña perfectamente un buen ron sobre hielo.

Dada las condiciones económicas actuales, voy a esperar hasta mediados de año para comprar nuevas cajas. Una vez que se calme el galope del dólar contra el peso, volveré a las andadas para seguir con esta sana pasión y afición.

Por lo pronto, cuando suceda algo cuenten con que se los comunicaré. Saludos a todos.

1 comentario:

buches_lfc dijo...

como marca el canon, que la ceniza se caiga sola asi mida todo el cigarro...lo seguimos leyendo